lunes, 7 de junio de 2010

Espacio basura la ciudad es el soporte de nuestra vida, un espacio que Rem Colas lo denomina espacio basura. Este nace de la aglomeración de materiales, espacio saturado de acumulación de excesos uno encima del otro, conformándose para crear una totalidad, elementos que son su principal característica. Quedando estos residuos en la ciudad, desechos generados por los humanos, provocados por nosotros mismos, los que habitamos esta ciudad.

El espacio basura esta constantemente cambiando, sin tener un movimiento o una dirección determinada, cada trayecto es singular, convirtiéndose en un flujo errante y decidido. Este hace incierto el lugar en el que nos encontramos, obstaculiza el camino hacia donde nos dirigimos y desmontando el lugar de donde venimos, y a pesar de estar en constante cambio este nunca evoluciona. Al estar inmersos en estos espacios basura, nuestra vida también se convierte en esto, sin ningún sentido, sin rumbo. Rodeados de información, pero sin poder verla o distinguirla. Su esencia es la continuidad, este incorpora cualquier elemento que permita su expansión, que fomente la desorientación, donde no existan interrupciones, suprimiendo la distinción, escaleras mecánicas, aire acondicionado, etc., remplaza el orden por la acumulación y composición por la adición. Pero este logra ser tan inmenso que no se logran ver sus limites, sin poder ser captado ni tampoco recordado.

El producto construido de la modernización no es la arquitectura moderna, si no el espacio basura, este espacio que queda mientras la modernización esta ocurriendo, convirtiéndose es la suma total de nuestra arquitectura que ha crecido tanto como toda la historia anterior.


LA BUENA VIDA

La película narra 4 historias: Teresa, Mario, Patricia y Edmundo, todos ellos conviven en un espacio común, el centro de Santiago